Novena al Espíritu Santo

Ministerios Pastores de Cristo
China, Indiana
El Paso, Texas
Torreón, Coah. México
Moncton, New Brunswick - Canada


Este libro esta publicado por Publicaciones Pastores de Cristo, una subsidiaria de Ministerios Pastores de Cristo, corporación publica caritativa religiosa, exenta de impuestos, organizada para fomentar devoción a los Dos Corazones, el Sagrado Corazón de Jesús y el Corazón inmaculado de María.

Para copias adicionales, contáctenos:

Ministerios Pastores de Cristo
P.O. Box 193
Morrow, OH 45152-0193
(numero libre de tarifa) 1-888-211-3041
(teléfono) 1-513-932-4451
(fax) 1-513-932-6791

http://www.PastoresdeCristo.org

Imprimi Potest:

R.P. Ramón Sevilla, S.J.
Vicario Judicial

Imprimátur:

Mons. Francisco Castillo Santana
Administzzrador Diocesano
Torreón, Coah. México

Copyright © 2000 Ministerios Pastores de Cristo

Autorización concedida para reproducción no-comercial: Puede ser copiado en su totalidad pero no re-mecanografiado o editado.

Primera impresión:  2000


NOVENA DE ORACIONES DIARIAS

Oración de Apertura

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Padre querido, acudimos a ti en el nombre de Jesús, en unión con él en el Santo Sacrificio de la Misa, en el Espíritu Santo. Venimos a ti unidos al Niño Jesús de la Buena Salud y al Santo Niño de Praga. Acudimos a ti en el puro e inmaculado corazón de Nuestra Madre María, pidiendo su intercesión poderosa y uniéndonos a sus lágrimas santas. Venimos a ti unidos a todos los ángeles y santos, y a las almas del purgatorio.

Oración para el Espíritu Santo

Oramos para que el Espíritu Santo se derrame sobre nosotros, para ser bautizados en el Espíritu Santo, para que él descienda con su poder sobre nosotros, como lo hizo sobre los apóstoles en Pentecostés. Que el Espíritu Santo nos transforme del temor a la valentía, y que nos dé fuerza para realizar todo lo que el Padre nos está pidiendo para ayudar a implantar el Reinado del Sagrado Corazón y el triunfo del Corazón Inmaculado de María. Oramos para que el Espíritu Santo descienda sobre todo el Cuerpo Místico de Cristo y el mundo.

Protección mediante la Sangre de Jesús

Pedimos que la Sangre de Jesús sea derramada sobre nosotros, en nuestras familias, y en el Movimiento Pastores de Cristo, para que podamos seguir adelante con firmeza y estar protegidos del maligno.

Curación

Oramos por la curación de cuerpo, mente, y alma, por la curación generacional en nosotros mismos, en todos los miembros de nuestras familias, y en todos los miembros del Movimiento Pastores de Cristo, la Comunidad Jesuita, las Clarisas, el Cuerpo de Cristo, y todo el mundo.

Oración para pedir fortaleza y luz

Te adoramos, Señor Espíritu Santo. Danos fortaleza, danos luz, consuélanos. Nosotros nos entregamos enteramente a ti. ¡Oh Espíritu de luz y gracia, queremos realizar solamente la voluntad del Padre! Ilumínanos para que podamos vivir siempre cumpliendo Su voluntad.

Espíritu Eterno, llénanos de tu Divina Sabiduría para que podamos entender más a fondo el conocimiento hacia tus Divinos Misterios.

Danos luces, Oh Santo Espíritu, para conocer a Dios. Actúa dentro de nuestro corazón para formarnos cada vez más a imagen de Jesús.

Oración para ser uno con Dios, Padre, Himo y Espírity Santo

Oh Espíritu de Luz anhelamos por ti, anhelamos conocer a Dios, queremos ser uno con él, nuestro Divino Señor. Queremos ser uno con el Padre, conocerlo íntimamente como persona. Queremos conocer al Amado, al Sagrado Corazón de Jesús, y vivir y habitar en él siempre, cada momento de nuestras vidas. Queremos ser uno Contigo, Señor Espíritu de Luz, que te mueves en nosotros con cada respiración nuestra.

Oración para ser uno con Jesús

Permítenos, Señor, experimentar la vida en el Sagrado Corazón de Jesús, para que podamos decir como San Pablo, "Yo he sido crucificado con Cristo y a pesar de esto estoy vivo, pero ya no soy Yo, sino Cristo viviendo en mi..." Permítenos vivir, unidos a la Misa, siendo uno con él durante todo el día. Déjanos ser capaces de amar y conocer, en ese alto nivel de unidad con nuestro Dios. Te deseamos, oh Dios de la belleza, te queremos, te amamos, te adoramos. Te damos gracias, te alabamos, te glorificamos, nuestro Dios amado, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Oración para habitar en los Corazones de Jesús y María

Buscamos ser uno en Dios, vivir y habitar en los Corazones de Jesús y María, nuestro pequeño cielo en la tierra, para experimentar la vida en el Corazón puro y perfecto de Nuestra Madre. Queremos que el Espíritu Santo se mueva en nosotros y que seamos unidos a Jesús como el esposo de nuestras almas y que seamos un sacrificio muy perfecto ofrecido al Padre en cada momento, mientras nos unimos al Santo Sacrificio de la Misa celebrada en todo el mundo para ayudar a la salvación de almas.

Oración para el Espíritu Santo y Sus Dones

Ven Espíritu Santo, ven a nuestros corazones, y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Líder: Envía, Señor, tu Espíritu y todos renacerán

Todos: Y Tu renovarás la faz de la tierra.

Oramos y pedimos los siete dones del Espíritu Santo, suplicamos perfección en nuestras almas para hacerlas santas, almas santas semejantes a Dios.

Querido Espíritu Santo, nos entregamos a ti en alma y cuerpo. Te pedimos que nos des el Espíritu de Sabiduría, Entendimiento, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad, y Temor de Dios.

Oración para que la Palabra Viva en Nuestros Corazones

Sabemos, querido Espíritu Santo, que la Palabra en Su naturaleza humana nació del vientre de la mujer. Oramos para que Su palabra vea la luz dentro de nuestros corazones, puesto que el Señor vive y permanece en nosotros. Queremos que la encarnación se realice en nuestras vidas. Querido Espíritu Santo, haz tu obra en nosotros.

Oraciones cortas al Espíritu Santo

Querido Espíritu Santo, ayúdanos a no ser ignorantes o indiferentes o débiles. Ayúdanos a ser fuertes con el amor de Dios.

Querido Espíritu Santo, por favor pide por nuestras necesidades.

Querido Espíritu Santo, ayúdanos a respetar a Dios y a evitar el pecado. Ayúdanos a vivir según la voluntad del Padre.

Querido Espíritu Santo ayúdanos a guardar tus mandamientos y a respetar la autoridad. Ayúdanos a amar a todas las cosas como tu quieres que las amemos. Ayúdanos a desear orar y servir siempre a Dios con el mayor amor. Ayúdanos a conocer la verdad. Ayúdanos a disponer siempre del regalo de la fe, la esperanza y el amor. Ayúdanos a discernir siempre lo correcto y lo erróneo.

Una Oración para intimidad con el Cordero, el Esposo del Alma

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ven y actúa íntimamente en mi alma. Yo me entrego a ti y te pido la gracia de liberarme, para existir solo para ti y que tu actúes lo más íntimamente en mi alma. Tú eres el Iniciador. Yo soy el alma que espera tus favores mientras obras en mí. Te amo. Te adoro. Te alabo. Ven y toma posesión de mi alma con tu Gracia Divina, mientras te experimento lo más íntimamente.


Primer Período
Meditaciones para Nueve Días

  1. Romanos 8:14-17

    Todos aquellos a los que guía el Espíritu de Dios son hijos e hijas de Dios. Entonces no vuelvan al miedo; ustedes no recibieron un espíritu de esclavos, sino el espíritu propio de los hijos, que nos permite gritar: ¡Abba!, o sea: ¡Papá! El Espíritu asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Siendo hijos, son también herederos; la herencia de Dios será nuestra y la compartiremos con Cristo. Y si hemos sufrido con él, estaremos con él también en la Gloria.

  2. Romanos 8:5-9

    Los que viven según la carne van a lo que es de la carne, y los que viven según el Espíritu van a las cosas del espíritu. Pero no hay sino muerte en lo que ansia la carne, mientras que el espíritu anhela vida y paz. Los proyectos de la carne están en contra de Dios, pues la carne no se somete a la ley de Dios, y ni siquiera puede someterse. Por eso los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Ustedes ya no están en la carne, sino que viven en el espíritu, pues el Espíritu de Dios habita en ustedes. Si alguno no tuviera el Espíritu de Cristo, éste no le pertenecería.

  3. 1 Juan 4:12-16

    A Dios no lo ha visto nadie jamás; pero si nos amamos unos a otros, Dios está entre nosotros y su amor da todos sus frutos entre nosotros. Y ¿cómo sabemos que permanecemos en Dios y él en nosotros? Por que nos ha comunicado su Espíritu. Pero también hemos visto nosotros y declaramos que el Padre envió a su Hijo como Salvador de el mundo. Quien reconozca que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Por nuestra parte, hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es amor: el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.

  4. 1 Juan 4:17-21

    Cuando el amor alcanza en nosotros su perfección, miramos con confianza al día del juicio, porque ya somos en este mundo como es Él. En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el temor, pues hay temor donde hay castigo. Quien teme no conoce el amor perfecto. Amemos, pues, ya que él nos amó primero. Si uno dice {Yo amor a Dios}, y odia a su hermano, es un mentiroso. Si no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Pues éste es el mandamiento que recibimos de él; el que ama a Dios, ama también a su hermano.

  5. 1 Juan 4:7-11

    Queridos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor. Miren cómo se manifestó el amor de Dios entre nosotros: Dios envió a su Hijo único a este mundo para que tengamos vida por medio de él. En esto está el amor: no es que nosotros hayamos amado a Dios, si no que él nos amo primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos mutuamente.

  6. Hechos de los Apóstoles 1:1-5

    En mi primer libro, querido Teófilo, hablé de todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar. Al final del libro, Jesús, lleno del Espíritu Santo, daba instrucciones a los apóstoles que había elegido y era llevado al cielo. De hecho, se presentó a ellos después de su pasión y les dio numerosas pruebas de que vivía. Durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios. En una ocasión en que estaba reunido con ellos les dijo que no se alejaran de Jerusalén y que esperaran lo que el Padre había prometido. {Ya les hablé al respecto, les dijo: Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días.}

  7. Hechos de los Apóstoles 1:6-9

    Los que estaban presentes le preguntaron: {Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el Reino de Israel?} Les respondió: {No les corresponde a ustedes conocer los plazos y los pasos que solamente el Padre tenía autoridad para decidir. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra.} Dicho esto, Jesús fue levantado ante sus ojos y una nube lo ocultó de su vista. Ellos seguían mirando fijamente al cielo mientras se alejaba. Pero de repente vieron a su lado a dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: {Amigos galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo? Este Jesús que les ha llevado volverá de la misma manera que ustedes lo han visto ir al cielo.}

  8. Hechos de los Apóstoles 1:12-14

    Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que dista de la ciudad como media hora de camino. Entraron en la ciudad y subieron a la habitación superior de la casa donde se alojaban. Allí estaba Pedro, Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelotes, y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos perseveraban juntos en la oración en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.

  9. Hechos de los Apóstoles 2:1-4

    Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran.


Segundo Período
Meditaciones para Nueve Días

  1. Juan 14:21-31

    El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama. El que me ama a mi será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.}

    Juda, no el Iscariote, le preguntó: {Señor, ¿por qué hablas de mostrarte a nosotros y no al mundo?}

    Jesús le respondió: {Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él.

    El que no me ama no guarda mis palabras; pero el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado.

    Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes. En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñara todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.

    Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo. Saben que les dije: Me voy, pero volveré a ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, pues el Padre es más grande que yo.

    Les he dicho estas cosas ahora, antes de qué sucedan, para que cuando sucedan ustedes crean. Ya no hablaré mucho más con ustedes, pues se está acercando el que gobierna este mundo. En mi no encontrará nada suyo, pero con esto sabrá el mundo que yo amo al Padre y que hago lo que el Padre me ha encomendado hacer. Ahora levántense y vayámonos de aquí.

  2. Juan 17:11-26

    Yo ya no estoy más en el mundo, pero ellos se quedan en el mundo, mientras yo vuelvo a ti. Padre Santo, guárdanos en ese Nombre tuyo que a mí me diste, para que sean uno como nosotros.

    Cuando estaba con ellos, yo los cuidaba en tu Nombre, pues tú me los habías encomendado, y ninguno de ellos se perdió, excepto el que llevaba en sí la perdición, pues en esto había de cumplirse la Escritura. Pero ahora que voy a ti, y estando todavía en el mundo digo estas cosas para que tengan en ellos la plenitud de mi alegría.

    Yo les he dado tu mensaje y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los defiendas del Maligno. ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

    Conságralos mediante la verdad: tu palabra es verdad. Así como tú me has enviado al mundo, así yo también los envío al mundo; por ellos ofrezco el sacrificio, para que también ellos sean consagrados en la verdad.

    No ruego sólo por éstos, sino también por todos aquellos que creerán en mi por su palabra. Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mi y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.

    Yo les he dado la Gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mi. Así alcanzarán la perfección en la unidad, y el mundo conocerá que tú me has enviado y que yo los he amado a ellos como tú me amas a mi.

    Padre, ya que me los has dado, quiero que estén conmigo donde yo estoy y que contemplen la Gloria que tú ya me das, porque me amabas antes que comenzara el mundo.

    Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocía, y éstos a su vez han conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amas esté en ellos y también yo esté en ellos.}

  3. I Corintios 15:20-28

    Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos, siendo el primero y primicia de los que se durmieron.

    Un hombre trajo la muerte, y un hombre también trae la resurrección de entre los muertos. Todos mueren por estar incluidos en Adán, y todos también recibirán la vida en Cristo.

    Pero se respeta el lugar de cada uno: Cristo es primero, y más tarde les tocará a los suyos, cuando Cristo nos visite.

    Luego llegará el fin. Cristo entregará a Dios Padre el Reino después de haber desarmado todas las estructuras, autoridades y fuerzas del universo. Está dicho que debe ejercer el poder hasta que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies, y él ultimo de los enemigos sometidos será la muerte. Dios pondrá todas las cosas bajo sus pies. Todo le será sometido, pero es evidente que se excluye a Aquel que le somete el universo. Y cuando el universo le quede sometido, el Hijo se someterá a Aquel que le sometió todas las cosas, para que en adelante Dios sea todo en todos.

  4. Apocalipsis 3:1-3,12,16-19

    Escribe al ángel de la Iglesia de Sardes: Así habla el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas:

    Conozco tus obras; te creen vivo, pero estás muerto. Despiértate y reanima lo que todavía no ha muerto, pues tus obras me parecen muy mediocres a la luz de Dios. Recuerda lo que recibiste y oíste, ponlo en práctica y arrepiéntete. Por que si no te mantienes despierto vendré como un ladrón, sin que sepas a qué hora te sorprenderé.

    Al vencedor lo pondré como columna en el Templo de mi Dios, de donde nadie lo sacará. Grabaré en él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad que baja del cielo, la nueva Jerusalén que viene de Dios, y mi nombre nuevo.

    Pero porque eres tibio y no frío o caliente, voy a vomitarte de mi boca.

    Tu piensas: {Soy rico, tengo de todo, nada me falta}. Y no te das cuenta de que eres un infeliz, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que me compres oro refinado para que te hagas rico, ropas blancas para que te cubras y no tengas que avergonzarte de tu desnudez; por último pídeme un colirio que te pondrás en los ojos para ver. Yo reprendo y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete.

  5. Apocalipsis 5:9-14

    Y cantaban este cántico nuevo:
    Eres digno de tomar el libro
    y de abrir sus sellos,
    porque fuiste degollado
    y con tu sangre compraste para
    Dios
    hombres de toda raza, lengua,
    pueblo y nación .
    Los hiciste reino y sacerdotes
    para nuestro Dios,
    y reinarán sobre la tierra.

    Yo seguía mirando, y oí en el clamor de una multitud de ángeles que estaban alrededor del trono, de los Seres Vivientes y de los Ancianos, Eran millones, centenares de millones que gritaban a toda voz:
    Digno es el Cordero degollado
    de recibir poder y riqueza,
    sabiduría y fuerza,
    honor, gloria y alabanza.

    Y les respondían todas las criaturas del cielo, de la tierra, del mar y del mundo de abajo. Oí que decían:
    Al que está sentado en el trono y
    al Cordero,
    la alabanza, el honor, la gloria y el
    poder
    por los siglos de los siglos.

    Y los cuatro Seres Vivientes decían {Amén}, mientras los Ancianos se postraban y adoraban.

  1. Apocalipsis 7:14-17

    Yo contesté: {Señor, tú lo sabes.} El Anciano me replicó: {Esos son los que vienen de la gran persecución; han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios y le sirven día y noche en su templo; el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos; ya no sufrirán más hambre ni sed ni se verán agobiados por el sol ni por viento abrasador alguno, porque el Cordero que está junto al trono será su pastor y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida; y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.}

  2. Apocalipsis 12:1-8

    Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. Está embarazada y grita de dolor, porque le ha llegado la hora de lar a luz.

    Apareció también otra señal: un enorme dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas siete coronas; con su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo, precipitándolas sobre la tierra.

    El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz para devorar a su hijo en cuanto naciera. Y la mujer dio a luz a un hijo varón, que ha de gobernar a todas las naciones con vara de hierro; pero su hijo fue arrebatado y llevado ante Dios y su trono, mientras la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar que Dios le ha preparado. Allí la alimentaran durante mil doscientos sesenta días.

    Entonces se desató una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo.

  3. Apocalipsis 14:1-7

    Tuve otra visión: el Cordero estaba de pie sobre el monte Sión y lo rodeaban ciento cuarenta y cuatro mil personas que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. Un ruido retumbaba en el cielo, parecido al estruendo de las olas o al fragor del trueno: era como un coro de cantores que se acompañan tocando sus arpas.

    Cantan un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro Vivientes y de los Ancianos. Y nadie podía aprender aquel canto, a excepción de los ciento cuarenta y cuatro mil que han sido rescatados de la tierra. Estos son los que no se mancharon con mujeres: son vírgenes. Estos siguen al Cordero adondequiera que vaya; estos son como las primicias, pues han sido rescatados de entre los hombre para Dios y el Cordero. En su boca no se encontró mentira: son intachables.

    Luego vi a otro ángel que volaba por lo alto del cielo, trayendo la buena nueva definitiva, la que tenía que anunciar a los habitantes de la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo. Gritaba con fuerza:

    Apocalipsis 19:7-8

    Alegrémonos, regocijémonos
    démosle honor y gloria,
    porque han llegado las bodas del
    Cordero.
    Su esposa se ha engalanado,
    la han vestido de lino fino,
    deslumbrante de blancura
    -el lino son las buenas acciones
    de los santos-.

  4. Apocalipsis 21:1-10

    Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pies el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar no existe ya. Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo. Y oí una voz que clamaba desde el trono: {Esta es la morada de Dios con los hombres; él habitará en medio de ellos; ellos serán su pueblo y él sera Dios-con-ellos; él enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte ni lamento, ni llanto ni pena, pues todo lo anterior ha pasado.}

    Y el que estaba sentado en el trono dijo: {Ahora todo lo hago nuevo}. Luego me dijo: {Escribe, que estas palabras son ciertas y verdaderas.} Y añadió: {Ya está hecho. Yo soy el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed yo le daré de beber gratuitamente del manantial del agua de la vida. Esta será la herencia del vencedor: Yo seré Dios para él y él será hijo para mi. Pero para los cobardes, los renegados, los corrompidos, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras, en una palabra, para todos los falsos, su lugar y su parte es el lago que arde con fuego de azufre, que es la segunda muerte.}

    Se acercó a mí uno de los siete ángeles de las siete copas llenas de las siete últimas plagas y me dijo: {Ven, que te voy a mostrar a la novia, a la esposa del Cordero.} Me trasladó en espíritu a un cerro muy grande y elevado y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo de junto a Dios.

    Apocalipsis 22:20

    El que da fe de estas palabras dice: {Sí, vengo pronto.} Amén. Ven, Señor Jesús.


Las citas de las Santas Escrituras han sido tomadas de la Biblia Latinoamérica , San Pablo y Editorial Verbo Divino.